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Casos que conmocionaron al país

Se aprobó la ley de trombofilia: las famosas que sufrieron la enfermedad

Ante la aprobación en el Senado de la Ley que permitirá la detección temprana de la enfermedad, tres casos de los más conmovedores en el mundo del espectáculo.
24 nov 2016, 10:30
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El Senado aprobó por unanimidad la Ley de Trombofilia, que contó en la Cámara Alta con el impulso del senador Juan Manuel Abal Medina (PJ-FpV).La ley promueve la detección temprana de la trombofilia, trastorno que afecta sobre todo a las mujeres en el curso de su embarazo, y que causa riesgos y complicaciones gestacionales como son los abortos tempranos recurrentes de menos de 10 semanas de gestación, la muerte fetal intrauterina, el parto prematuro, la restricción de crecimiento intrauterino, el desprendimiento prematuro de placenta y la preeclampsia.Al respecto, Abal Medina afirmó: "Hoy el Senado vuelve a ampliar derechos. Esta ley va a permitir que todas las mujeres puedan acceder a una herramienta fundamental de detección temprana de un trastorno que afecta gravemente a las familias que buscan un hijo".

Al respecto, Abal Medina afirmó: "Hoy el Senado vuelve a ampliar derechos. Esta ley va a permitir que todas las mujeres puedan acceder a una herramienta fundamental de detección temprana de un trastorno que afecta gravemente a las familias que buscan un hijo".
Aprobada en Diputados en 2015, la norma establece que todos los análisis que diagnostican la trombofilia sean de rutina en mujeres en edad fértil y pre-fértil, y su incorporación al Programa Médico Obligatorio (PMO), así como también incorpora el tratamiento y medicación de esta enfermedad.En la Cámara alta, la iniciativa también contó con el impulso de la senadora por Catamarca Inés Blas, quien había presentado un proyecto propio para la detección de esta enfermedad.

CASOS QUE CONMOCIONARON AL PAÍS

Tres famosas padecieron la enfermedad y sus historias quedaron marcadas a fuego en la sociedad. Ellas son Panam, Victoria Vannucci y María Fernanda Callejón.

En 2013, Laura Franco, Panam, perdió su embarazo de 9 meses por esta enfermedad. No se guardó la experiencia y ayudó a concientizar.

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El caso de Vannucci fue distinto. Ella intentaba quedar embarazada y los perdía. Ella lo relató en una entrevista:

"No sabía que estaba enferma, que tenía trombofilia. Cada vez que quedaba embarazada, los bebés no terminaban el ciclo natural porque no les llegaba bien todo lo que tenía que llegarles. Pasé tantas veces por el quirófano hasta que pudimos darnos cuenta, de una manera muy dolorosa, de cuál era el problema que tenía. La trombofilia no es algo sencillo, que lo detectás fácilmente. Son exámenes complicados, tenés que tener médicos muy buenos. De hecho, podría haber estado así mucho tiempo más. Y el dolor es tan grande, que hasta te negás mentalmente. ¿Iba a seguir entrando y saliendo de un quirófano para hacerme mal? Cada vez era peor... Encima, los embarazos no eran de tres semanitas. Tenés sueños, ilusiones, te cuidás de una manera que no te roce una hoja porque querés llegar al término. Y al final no dependía de mí. O sí, de conseguir un buen médico y que te hicieran un examen de trombofilia para no sufrir más. ¡Es una enfermedad de porquería! No sabés lo feo que es poner todo de vos y otra vez salir de la clínica de la misma manera".

"No sabía que estaba enferma, que tenía trombofilia. Cada vez que quedaba embarazada, los bebés no terminaban el ciclo natural porque no les llegaba bien todo lo que tenía que llegarles. Pasé tantas veces por el quirófano hasta que pudimos darnos cuenta, de una manera muy dolorosa, de cuál era el problema que tenía. La trombofilia no es algo sencillo, que lo detectás fácilmente. Son exámenes complicados, tenés que tener médicos muy buenos. De hecho, podría haber estado así mucho tiempo más. Y el dolor es tan grande, que hasta te negás mentalmente. ¿Iba a seguir entrando y saliendo de un quirófano para hacerme mal? Cada vez era peor... Encima, los embarazos no eran de tres semanitas. Tenés sueños, ilusiones, te cuidás de una manera que no te roce una hoja porque querés llegar al término. Y al final no dependía de mí. O sí, de conseguir un buen médico y que te hicieran un examen de trombofilia para no sufrir más. ¡Es una enfermedad de porquería! No sabés lo feo que es poner todo de vos y otra vez salir de la clínica de la misma manera".

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En total, Fernanda perdió tres embarazos: uno a los 18 años por un golpe que sufrió, a los cinco meses y medio de gestación; otro cuando estaba en pareja con Guillermo Cópola –“llevábamos siete años, él estaba casado y yo era la otra”–; y el último con Ricky.

“Nunca vi llorar tanto a un hombre como cuando perdimos un bebé a meses de estar juntos, pero en vez de separarnos, nos fortaleció”, aseguró.Fue entonces cuando decidieron tomar cartas en el asunto y consultar con un profesional.

“Claudia Villafañe me presentó al doctor Juan Carlos Manara, presidente de Procrearte, y comenzamos con la búsqueda. Al principio me hizo varios tratamientos naturales. Inmediatamente congelé mis óvulos, fue un proceso largo, y ahí me enteré de que padezco trombofilia adquirida”, precisó, y explicó: “Es una enfermedad en la sangre, que hace que no coagule bien y no permite que el embarazo siga su curso alrededor de la semana 12. Hay dos tipos: la adquirida y la hereditaria, que es más compleja. Como yo perdí tres embarazos, no se sabe si la adquirí o ya venía conmigo”.

“Claudia Villafañe me presentó al doctor Juan Carlos Manara, presidente de Procrearte, y comenzamos con la búsqueda. Al principio me hizo varios tratamientos naturales. Inmediatamente congelé mis óvulos, fue un proceso largo, y ahí me enteré de que padezco trombofilia adquirida”, precisó, y explicó: “Es una enfermedad en la sangre, que hace que no coagule bien y no permite que el embarazo siga su curso alrededor de la semana 12. Hay dos tipos: la adquirida y la hereditaria, que es más compleja. Como yo perdí tres embarazos, no se sabe si la adquirí o ya venía conmigo”.

¿El tratamiento? “Fui a una hematóloga y empecé a tratarme como si tuviera la adquirida: tomando una aspirina por día y, en el momento del positivo, dándome inyecciones de heparina en la panza que se deben mantener durante todo el embarazo”.

¿El tratamiento? “Fui a una hematóloga y empecé a tratarme como si tuviera la adquirida: tomando una aspirina por día y, en el momento del positivo, dándome inyecciones de heparina en la panza que se deben mantener durante todo el embarazo”.


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