Si bien es un momento de mucha felicidad, también lo es de mucha incomodidad. No encuentra la posición para dormir, sufre picos de presión alta y el malestar le genera peleas con su esposo, que ya no sabe cómo consolarla.
La bailarina contó todo esto en una serie de historias en Instagram, donde se mostró más real que nunca. Las grabó en plena madrugada, desde la bañera, donde decidió hacerse un baño de inmersión después de su tremenda noche.
Según detalló, Lola debería haber nacido ayer a las 6 de la tarde por cesárea porque la niña no estaba en posición cefálica, pero a última hora se dio vuelta y la cirugía quedó en stand by.