Sin embargo, reconoce que hoy varios de esos programas serían inviables en la actualidad. “El humor que teníamos en la década el 80 y 90 ahora estaría bastante cuestionado”, afirma y agrega: “Porque la mujer era como un mueble para que se pueda hacer el humor sobre su cuerpo y demás. Pero hay otros tipos de humor de la década del 80 y 90 que son buenísimos”.
Consultada por la conductora Andrea Falcone, Silvia destaca a Juan Carlos Altavista como la estrella cómica con la que más aprendió. “El personaje de Minguito para mí fue maravilloso. Primero me encanta como actor, llegar a tener algún diálogo con él me pareció interesantísimo y después cuando empezamos a trabajar fui la novia de Minguito en la ficción y fue impresionante”, relata.
“Yo me enamoré perdidamente de Minguito a nivel actoral porque aprendí muchísimo. Una persona que amaba a la familia. A él lo extraño mucho, me quedaron cosas pendientes que hablar, se fue muy tempranito”, se lamenta la actriz.
Sufrió una violación a los 16
Además, Silvia Peyrou recordó el episodio más oscuro de su vida cuando fue víctima de un ultraje sexual. “Yo pase un episodio bastante complicado, feo y doloroso pero yo creo que la actuación me ayudó muchísimo”, comenta.
“Me lo guarde durante mucho tiempo, eso me daba mucha vergüenza. Esto paso a los 16 años y recién lo pude contar a los 20. Uno siente que la culpa es de uno”, recalca la actriz que narra el escalofriante momento de cómo fue engañada y entregada por quién por entonces era su novio. ”Había conocido a un chico hacía un tiempo en un boliche y habíamos quedado en vernos para un encuentro amoroso en la casa de él en un fin de semana largo de Pascuas. Yo fui, me dijo que se iba a comprar algo y no volvió más. Ahí aparecieron unos personajes y bueno, hubo golpes, fue muy duro. Recuerdo que salí de ahí golpeada, llena de sangre, desmaquillada por que no registre absolutamente nada, fue muy doloroso, muy triste”.
Pese a todo, hoy Peyrou destaca que pudo salir de ese infierno gracias al apoyo profesional y a él de sus seres queridos que fueron fundamentales. “Después empecé con terapia, que me ayudó mucho y por suerte tengo una familia maravillosa que me escucharon, no podían reaccionar Yo además tenía a mi padre que era policía, un hermano mayor por lo que tenía temor que pasará una masacre”.
LEER MÁS Los grandes amores en la vida de Cacho Castaña