La frase típica en estos casos es que las segundas vueltas no terminan bien. Aunque es absurdo generalizar, en el caso de Barbarita Vélez y Federico Bal se cumplió a rajatabla.
La frase típica en estos casos es que las segundas vueltas no terminan bien. Aunque es absurdo generalizar, en el caso de Barbarita Vélez y Federico Bal se cumplió a rajatabla.