Luego, el conductor aceptó dialogar con Desayuno Americano y, ya más calmó, aceptó sentirse extraño por la situación que atraviesa.
"Me siento raro. Son muchos años de tele, pero no me vi nunca hablando así de mi vida privada, exponiéndome tanto. Está toda la familia muy expuesta. Hablé con los chicos y están bien. Digo esto porque mucha gente habla y no me conoce, y habla y juzga. La verdad es que tengo más pulgares para arriba que para abajo en las redes", afirmó.
"La gente me toma como una víctima que quiere que su ex mujer se cure, esté bien, esté con sus hijos. A lo mejor no se entendió bien en el programa de Jorge Rial", agregó Leo, en relación a su paso por Intrusos, donde reveló que su ex mujer es alcohólica.
Por último, justificó el tono utilizado en los audios, al tiempo que volvió a desmentir ser una persona violenta. "Una cosa es ser un tipo furioso y otra cosa es ser un tipo violento. Ese era un día de furia porque Raquel venía asediándome con mensajes de texto toda la noche, maldiciéndome. Y entonces, me saqué", aseguró.
AméricaTV