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Matías Alé contó cómo era su "misión secreta" en medio de su brote psicótico

Seis meses después del brote psicótico por el que estuvo internado varias semanas, el actor reveló algunos de los extraños episodios que vivió por aquel entonces. Impresionante.
A24.com | []
por [] | 30 abr 2016, 11:30
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En una entrevista con el Diario Clarín, Matías Alé contó como era su "misión secreta" en medio de su brote psicótico.

Todo comenzó la noche del 30 de octubre del 2015, cuando Alé prendió la televisión y se quedó mirando David y Goliat, un programa de entrevistas conducido por María Laura Santillán en la señal TN en donde víctimas y sobrevivientes de diversas situaciones cuentan sus historias.

"En plena travesía, dos tipos se encontraron con un banco de nubes y sin instrumentos suficientes para volar a ciegas. Eso en aviación se llama 'perder la consciencia situacional'. Si te pasa, la única opción es volar bajito y asegurarte de no chocar contra ninguna montaña. Cuando vi eso pensé que Dios me había dado una señal sobre la clase de camino que se me venía", reveló Alé al matutino.

"Me estaba diciendo que yo también debía volar bajo, callado y sin llamar la atención. Sentía que venía a salvar el mundo y que mi mujer era mi socia en eso y que tenía que protegerla. Durante todo el programa yo tomaba nota de lo que tenía que hacer los próximos meses", recordó sobre ese episodio.


El 3 de noviembre, cuatro días después, Alé tuvo que ser internado. "Veía el noticiero y si decían que estaba congestionada la autopista, yo entendía que ese era un mensaje que me decía dónde yo iba a estar seguro y dónde no. Las publicidades me decían qué productos tenía que consumir para estar fuerte. No dormía, solo dos o tres horas y me despertaba porque sentía que tenía que estar alerta para cuidar a María".

Otro episodio fue en Formosa, también en octubre, a donde Matías había ido a animar una fiesta de 15 de una chica llamada Sabrina. Según contó, separaba a los invitados entre quienes podían "de un lado estaban los que podían ser cómplices y llevarle algún mensaje, del otro los que había que vigilar".

Y agregó: "Cuando al día siguiente un cartel que decía 'Sabrina' se cayó, creía que toda esa fiesta se había montado para darme la bienvenida a mí, que había tomado conciencia de cuál era mi misión en la Tierra: estaba convencido de que mi misión era vivir en Carlos Paz y construir un arca, me puse una bata y creí que me llamaba Noé".