El actor se puso furioso y dijo entre exagerados ademanes y a los gritos, frente a las personas que aguardaban el ingreso al lugar, que con esa cantidad de personas no realizaría la función.Los trabajadores del teatro y la gente pensaron que todo se trataba de un acting, de una broma, pero no, finalmente el artista se dio media vuelta y desapareció velozmente en un acto de poco profesionalismo.Conclusión: A las personas que se acercaron a ver la obra y pagaron su entrada se les reintegro el dinero como corresponde.Dicen que al día siguiente hubo una fuerte discusión entre el productor y el artista que se escuchó por toda la Avenida Santa fe. Es lamentable que todavía sucedan este tipo de cosas en nuestro país.Quienes conocen los secretos teatrales aseguran que un verdadero artista tiene la obligación de realizar la función aunque una sola persona haya pagado su entrada. Pero no siempre sucede. Una lástima.