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GRAN CAMBIO

El hijo de Nacha Guevara bajó 60 kilos y contó cómo hizo: “Había una forma de comer muy especial”

Contento con este cambio positivo, Ariel del Mastro rememoró cómo era su relación con la comida cuando era todavía un adolescente.
18 ene 2021, 19:20
Nacha Guevara

Durante la cuarentena, el hijo de Nacha Guevara, el director Ariel del Mastro, logró bajar 60 kilos y mejorar su calidad de vida. Contento con este cambio positivo, rememoró cómo era su relación con la comida cuando era todavía un adolescente.

En una nota con el diario Clarín, del Mastro contó cómo influyó la forma de alimentación que existía en su casa. Su madre, por ejemplo, siempre mantuvo un estilo de vida equilibrado, balanceado y saludable. Nacha es vegetariana desde hace ya muchísimos años y siempre se ocupa de mantenerse activa y pendiente de su salud.

“En mi familia había una forma de comer muy especial, que tenía que ver con la sanidad. Nunca se nos preguntó si a nosotros nos gustaba eso. Hoy como padre entiendo que uno pretende darle lo mejor a su hijo, pero las nuevas generaciones hemos entendido que el otro ser tiene su opinión”, comenzó a contar el director.

Y continuó hablando de la relación con su familia: “Con diálogo y libertad la decisión es más consciente. De otra forma se convierte en algo más autoritario, por más que sea buscando la sanidad. Yo con mis hijos hablo un montón e incluso ellos son más sanos que yo”.

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Recién cuando fue más grande, Ariel del Mastro pudo charlar con Nacha Guevara sobre estos asuntos de alimentación. “Hemos tenido conversaciones sobre esta dinámica cuando fuimos adultos. No tengo muchas cosas para reclamar, ya lo hice con ella o lo hablé en terapia. Las charlamos desde un buen lugar. Cuando sos padre entendés muchas cosas que no entendías de tus viejos, y esas fueron unas buenas charlas”, remarcó.

Antes de concluir el diálogo, el director sí hizo hincapié en que le hubiera gustado que su familia hubiera sido más abierta a escuchar sus opiniones como joven en desarrollo, de la misma forma que él lo hace hoy con sus hijos: “No había opiniones en esa época si comíamos lechuga verde o amarilla. Era lo que había y quizás ese era el reclamo que te enunciaba, la falda de diálogo”.

“Finalmente, todos terminamos comiendo bastante sano, es como que a la larga algo de todo eso quedó. Pero yo hubiera preferido que se diera más como una cosa compartida, al igual que hice yo con mis hijos. Y no solo con la comida, también con las relaciones con las drogas, con el sexo. Hoy se charla más sobre todo y esa es una ganancia maravillosa que tenemos”, concluyó Ariel del Mastro.

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