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Falsa médica

Giselle Rímolo podría volver a la cárcel

La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a 9 años de prisión en su contra por estafa, ejercicio ilegal de la medicina y tráfico de medicamentos peligrosos, agravado por el fallecimiento de una persona.
16 sept 2016, 08:59
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La falsa médica Giselle Rímolo podría volver a prisión, luego de que la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a 9 años de prisión en su contra por estafa, ejercicio ilegal de la medicina y tráfico de medicamentos peligrosos, agravado por el fallecimiento de una persona.

El abogado Miguel Angel Arce Aggeo, querellante en la causa, confirmó que el máximo tribunal de Casación Penal decidió rechazar los recursos de apelación contra la sentencia dictada.

"Rímolo estuvo presa en dos tramos, pero seguramente deberá volver a prisión si se trata de cumplir la pena de nueve años", dijo.

"Rímolo estuvo presa en dos tramos, pero seguramente deberá volver a prisión si se trata de cumplir la pena de nueve años", dijo.

Se estima que la defensa presentará un recurso ante la Corte Suprema para demorar que el fallo quede firme.

En 2012, el Tribunal Oral en lo Criminal 7 condenó a Rímolo a 9 años de prisión, por lo que -según se estableció- le resta cumplir siete años, cinco meses y nueve días de la pena.

Además, el tribunal sentenció a su hermano Fabián a 4 años de cárcel y absolvió al farmacéutico Ricardo Rodolfo Delgado y a las médicas Magdalena Martínez y Susana Beatriz Secardini.

El caso comenzó hace algo más de una década, cuando Mónica Cristina María Rímolo (tal su verdadero nombre) --quien era pareja del locutor y conductor Silvio Soldán-- empezó a ser investigada por supuestas estafas y ejercicio ilegal de la medicina en un instituto de estética corporal, después de ser descubierta por una cámara oculta.

La situación de Rímolo se complicó cuando familiares de Lilian Díaz, quien era una de sus pacientes y murió a mediados de 2001, denunciaron que el deceso había sido consecuencia de la medicación que le habían dado en el lugar.

La hermana de Díaz había declarado que luego de tomar los remedios la mujer empezó a tener trastornos gastrointestinales, problemas nerviosos y llagas en la boca, tras lo cual fue internada, sufrió un "shock diabético" y murió después de dos días en coma. El diagnóstico habría sido un "desequilibrio metabólico electrolítico" atribuido a los medicamentos que se promocionaban como "totalmente naturales".

En 2003 la Justicia procesó a Rímolo por supuestos homicidio, asociación ilícita, tráfico de sustancias peligrosas para la salud y más de medio centenar de estafas a pacientes. En 2004 quedó detenida y alojada en el penal de Ezeiza y luego fue excarcelada. Soldán también estuvo acusado por estafas pero terminó sobreseído.

En 2003 la Justicia procesó a Rímolo por supuestos homicidio, asociación ilícita, tráfico de sustancias peligrosas para la salud y más de medio centenar de estafas a pacientes. En 2004 quedó detenida y alojada en el penal de Ezeiza y luego fue excarcelada. Soldán también estuvo acusado por estafas pero terminó sobreseído.

Ahora la Sala II de Casación, integrada por Alejandro Slokar, Angela Ledesma y Pedro David, rechazó los recursos de la defensas de Rímolo y de su hermano. También rechazó el recurso del Ministerio Público Fiscal contra la absolución del farmacéutico que proveía medicamentos legales, pero luego eran manipulados en la clínica.

Slokar, que lideró el acuerdo, afirmó que "el ocultamiento de la calidad y combinación del medicamento suministrado configuraba un peligro para los pacientes que consumían aquellos compuestos medicamentosos, y la ignorancia acerca de la naturaleza de lo que se consumía elevaba ese peligro, por no conocerse la causa de las complicaciones efectivamente ocasionadas por las drogas suministradas".

Además estableció la responsabilidad de Rímolo por la muerte de Díaz, pues "conocía el contenido de la medicación prescripta y las contraindicaciones. También se comprobó que la paciente se comunicó con la imputada a fin de consultarla sobre el malestar percibido desde el momento en que comenzó a tomar el medicamento prescripto". Pese a ello "no recomendó discontinuar la ingesta medicamentosa ni la consulta a un médico diplomado, como tampoco reveló la verdadera composición de las drogas suministradas. Por el contrario: se limitó a aconsejarle que ingiriera una banana o al menos la mitad de una unidad y que continuara tomando la medicación".

Rímolo, "explotó la ilusión de sus víctimas de perder peso, vinculada con mandatos sociales sobre la estética corporal", y, dijo, "apoyaba y fomentaba las preocupaciones de sus pacientes para lograr ajustarse a patrones de belleza estereotipados".

Rímolo, "explotó la ilusión de sus víctimas de perder peso, vinculada con mandatos sociales sobre la estética corporal", y, dijo, "apoyaba y fomentaba las preocupaciones de sus pacientes para lograr ajustarse a patrones de belleza estereotipados".

Fuente: DyN