Con su riguroso luto, Cristina apareció en el búnker del hotel Intercontinental y escuchó en silencio a la multitud que la vitoreaba. Tomó un trago de agua y se volvió a emocionar como en cada acto desde la muerte de Néstor Kirchner el pasado 27 de octubre. no habló de su triunfo pese a que los números le dan una diferencia muy amplia sobre el resto de los candidatos. "Más humildad, más trabajo que nunca. Es un reconocimiento al trabajo y al esfuerzo, Pensemos en grande y estemos unidos porque el mundo está dificil", sostuvo la Presidenta desde el atril. Al final de su discurso, Cristina hizo subir a su hija Florencia en una de las pocas veces que la joven se mostró en público. La Presidenta agradeció a los ciudadanos que hoy concurrieron a votar porque hoy se construyó "un hecho histórico como es ampliar la democracia y profundizar el cambio".