Enrique Pinti, en un mano a mano con "Infama", contó la repudiable y desagradable experiencia que vivió con un sacerdote en el momento de recibir el sacramento de la confesión: "A los hombres nos confesaba de rodillas y a las mujeres con la rejita". indicó al inicio del relato.
"Era un día de calor insoportable, yo tenía nueve años. Este hombre tenía un olor a transpiración que era desagradable y me empezó a peguntar qué pecados tenía yo, si tenía malos pensamientos", contó. Y añadió: "Como yo era un gordo, mis pensamientos eran de comer. Porque yo estaba en tratamiento para adelgazar.Y para mí si se me cruzaba un postre, era un mal pensamiento. Le dije que soñaba con comida, el pecado de la gula. Me miró con una cara como diciendo este es un pelotudo..."