A pesar de cumplir con las normas del programa, algunos usuarios cuestionaron que ya tenía un emprendimiento de pastelería. De todos modos, se defendió por no haber estudiado y mencionó que no era su ingreso monetario principal.
Y anoche, Paula relató algunos aspectos de su vida. “La pastelería para mí es la salvación de mi vida. Es una excusa para juntar a la familia”, señaló.
“Por ahí no tenés un peso, sacás algo del honor y es un regalo que le pusiste amor y dedicación. Soy una pastelería bastante poco convencional, me gustan las tortas bizarras”, agregó. La empleada de la Universidad de Buenos Aires se refirió a algunos de sus gustos a la hora de crear: “Lo mío son los memes, los videojuegos, las cosas divertidas, las series. Trato de plasmar las cosas que me gustan”.
Por último, se sinceró sobre la importancia de su ingreso a la competencia: “Estar en Bake Off es un mimo al alma porque tuve un año muy complicado. Pasé por tratamientos dolorosos y tuve muchas malas noticias en lo médico”. “El llamado fue como ‘después de la tormenta viene el sol, tenés que enfocarte en esto y seguir adelante’”, sentenció.