La situación actual económica es complicada y esto no le escapa un pequeño bar escondido en el medio de las sierras cordobesas el cual afronta un difícil presente.
Pablo, dueño y ferviente defensor de la cultura, se niega a cerrar un lugar para la expresión de los artistas de la zona.
Por eso se le ocurrió una idea: buscar a un artista que es reconocido en Latinoamérica y seguido por miles de fans para que actúe para las 40 personas que entran en su pequeño pero acogedor lugar.