Música

Murió Etta James, hito del soul

La cantante estadounidense, "Peaches", trascendió por su poderosa voz a la hora de interpretar temas de rythm & blues. Tenía leucemia.  
A24.com | []
por [] | 20 ene 2012, 21:08
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La influyente cantante estadounidense de blues Etta James falleció este viernes a los 73 años en un hotel de California, víctima de una leucemia agravada por demencia y hepatitis C.

La ganadora de seis Premios Grammys fue incorporada, en 2001, al prestigioso Blues Hall of Fame.

James nació en Los Ángeles, el 25 de enero de 1938, y se hizo famosa por canciones como "The Wallflower", "Something´s Got a Hold on Me" y "At Last". El primero de estos éxitos fue compuesto en 1955 por John Otis, descubridor de Etta y "el padrino del rythm and blues", quien falleció un día antes que la cantante.

Como tantas otras intérpretes, James comenzó probando con el góspel en una iglesia de su barrio. Solo tenía cinco años de edad cuando comenzó a incursionar en emisiones radiofónicas, respaldada por el profesor James Earle Hines.

Poco después llegaría su primera oportunidad profesional, a través de la llamada del baterista Johnny Otis en cuya orquesta Etta comenzó a cantar a la edad de catorce años.

Sin embargo, sus grabaciones para la fonográfica “Modern Records” son las que le valieron reconocimiento entre los músicos de la época, marcada por el rhythm & blues, el rock y el pop incipiente.

En 1960 firmó contrato con “Chess Records” de Chicago donde grabó algunos duetos con su pareja sentimental entonces, Harvey Fuqua (cantante del grupo The Moonglows). Destacan “Trust in me” (1961), “Etta James rocks the House” (1963), e “In the Basementcon”, grabado en 1966 junto a Sugar Pie de Santo.

Leonard Chess, propietario de la discográfica, supo potenciar la imagen de Etta James como una cantante escalofriante de baladas, cuya voz lucía cargada con la fuerza de una contralto.

Paralelo al éxito, Etta James luchó durante buena parte de su vida contra la obesidad y contra su adicción a la heroína, problemáticas que la sepultaron en el anonimato hasta que, en 1988, regresó con el álbum “Seven Year Itch”, que consolidó su leyenda en el soul.

Álbumes como “Mystery Lady” (1994), dedicado a Billie Holiday, o “Life, love and the blues” (1998), la muestran como una de las grandes protagonistas del blues y el soul de la segunda parte del siglo XX y de lo que llevamos del XXI, al que llegó con fuerzas renovadas. (a24)