La nueva ficción producida por Pol-ka para El Trece, con el transcurso de los días se va poniendo más interesante. Hay muchos misterios que develar en torno a la historia de un viejo pueblo llamado Vidisterra. Dionisio (García Pintos), el periodista recién llegado a Vidisterra con motivo de estudiar la ruta del vino en realidad tiene otras intenciones: averiguar la conexión de los máximos exponentes del pueblo con el nazismo. Su trabajo lo conduce a Sofía, la viuda de Tedeschi, uno de los fundadores del pueblo. La mujer parece tener información importante. De hecho, a ella también acude Antonio (Luciano Castro) en busca de datos sobre Octavio Capogreco (Rodolfo Ranni). Pero la anciana parece no querer soltar prenda aún. Con perseverancia, finalmente Dionisio da con la documentación que necesitaba: descubre que un grupo de criminales de guerra nazi escaparon de la segunda guerra mundial y se escondieron en esta pequeña localidad del interior, bajo los apellidos de Capogreco, Piave, Ferrero y Tedeschi. Lo que más inquieta al periodista es que la doctrina y creencias de estos refugiados, ya fallecidos, se mantiene viva en sus descendientes Octavio y Regina (Leonor Benedetto)Después de mucho pensar, Sofía decide contar su verdad. La Logia se entera de ésta situación y, como medida preventiva, vota por deshacerse de la anciana para que su secreto no salga a la luz. Cuando Antonio llega a la casa, la anciana muere en sus brazos, no sin antes dejarle una evidencia: una foto antigua de los cuatro inmigrantes alemanes, ante lo cual él se muestra desconcertado.