Tras la aparición de la misteriosa fotografía comenzaron a circular las especulaciones, pues Taylor nunca se caracterizó por posar de esa manera. Además se dijo que la imagen en realidad fue captada en 1940, cuando Taylor tenía ocho años. La agencia que dio a conocer la fotografía declaró que ha suspendido su distribución por el cuestionamiento a su veracidad. Fue la viuda del autor de la imagen quien alzó la voz sobre la falsedad de la pieza. En un principio se dijo que la fotografía fue captada por Roddy McDowall, un amigo de Taylor, para que ella se la regalara a su tercer esposo, Michael Todd, con quien se casó en 1956. Después, la fotografía fue a parar a manos de Penny Taylor, maquillista de Liz.