-¿Implementaste alguna cábala o secreto que te ayudó para seguir invicto durante los programas?
-No soy cabulero pero sí hacía una rutina de ejercicios de relajación y respiración para estar tranquilo antes del programa. Sobre todo en los primeros programas. Pero durante el programa lo jugaba en serio sin que eso me impidiera divertirme y jugar en equipo. Me gustaba charlar con mis contrincantes en la previa del programa para saber de la vida personal de cada uno y distender. Pasé tres meses y fue una buena experiencia de vida.
-¿Cómo fue la relación con Iván de Pineda, ya que compartieron mucho tiempo juntos al aire?
-Iván me cayó bien desde el primer día y pude confirmar que refleja lo que es como en la tele, la calidez y la persona humana que es. Es tal cual se lo ve en la pantalla, es muy querido y humilde. Tal cual se lo ve al aire. Si bien no somos amigos íntimos, nos conocimos mucho en estos tres meses. Me dio muchos consejos para que esté tranquilo. Una relación de amistad y de consejero. Le tengo mucho cariño y respeto. Me parece uno de los mejores conductores por su sabiduría y es buen tipo, de buena madera.
-¿Cuál es la repercusión que tuviste de la gente en la calle? Ya que ahora pasaste a ser una cara conocida luego de tu aparición en tevé
-Con el correr de los días recibí mensajes en las redes de gente de todo el mundo. Me sorprendí mucho. Me saludaron de todos lados, no esperaba que tenga tanta repercusión. Ellos también formaron parte de mi triunfo, fueron un gran sostén. Es muy reconfortante que tanta gente quería que gane. En la calle la gente me felicita y me llena de orgullo, la mejor onda, me piden fotos y yo con mucho gusto lo hago. Eternamente agradecido con la gente.