La historia es la siguiente: cuando la conocida médica fue a vivir a Olavarría trabajaba en una clínica con un médico que trabajaba en el penal donde estaba preso Puch y lo atendía a él.
En ese momento, a Lestelle le pareció interesante conocer al "Ángel de la muerte" para hacerle una entrevista porque hacía mucho que no hablaba. En ese marco, luego de unos idas y vueltas, Puch aceptó darle la entrevista a Mariana en la cárcel.
Lo vio una sola vez y fue la única visita mujer que Puch tuvo en el penal. Fue en el año 2007 y 2008. Charlaron un rato y luego de esa charla él le escribió cartas como hacía con todo el mundo.
Cabe aclarar que Lestelle no tiene ningún vínculo con Robledo Puch y no habla con él en la actualidad. Sólo tiene fuentes dentro del penal que le informan de su enojo con la película. Y él no quiere hablar, por ahora, con la prensa,