“Estoy feliz del partido que se hizo ayer en el Maracaná, orgulloso del público argentino, de los hinchas y de los 100 mil argentinos que estaban en Rio de Janeiro”, dijo. “No se dio. Qué se le va a hacer”, se lamentó luego, pero destacó la labor que viene haciendo el seleccionado alemán desde hace años para hacerse con la copa.
No se guardó la bronca, en cambio, para los brasileros, a quienes trató de “patéticos” y “lamentables”. También criticó los incidentes que se produjeron en el Obelisco de Buenos Aires en la noche de domingo, a manos de los “inadaptados de siempre” y sugirió que en el lugar no había seguridad y que parecía una “zona liberada”.