Con 79 títulos como actor en su filmografía, Redford fue una de las más grandes estrellas de Hollywood, y varias de sus películas fueron rotundos éxitos de taquilla. Hizo buenas migas con Paul Newman, y durante unos años en la década de 1970, los dos formaban una pareja que llevaba a millones al cine, tanto mujeres que se sentían atraídas por sus excepcionales fachas, como hombres, que disfrutaban de las aventuras por ellos contadas (y muy probablemente sintieran ganas de tener el mismo éxito que ellos)
Sin embargo, cuando Redford empezó a dirigir y luego fundó el festival de cine de Sundance, optó por un estilo de películas más humilde que los taquillazos que metió solo o junto a Newman, como las ya mencionadas en esta nota.
Con todo, nunca estuvo demasiado lejos de Hollywood y su maquinaria cinematográfica y comercial. Hace dos años, por ejemplo, fue un político demasido pragmático en la segunda parte de la trilogía del Capitán América. Pero ahí parecía funcionar en base a profesionalismo. Bastante más cercano a sus instintos artísticos parecía estar en All Is Lost (2013), una película que no tuvo estreno cinematográfico en Uruguay pero que conviene ver: una historia de un navegante que sufre una accidente en alta mar y tiene que luchar y luchar para poder volver a tierra. Vean el trailer.