Cuando habían pasado minutos de su reingreso a Gran Hermano, Luifa comenzó a cumplir con aquella promesa de "cag..." la vida a sus compañeros. Sacando provecho de un regalo que las Mellis le habían dado durante la Gala para que se lo entregue a Gabriel, el cordobés ejecutó su venganza contra el Peque y las hermanas Pozzi al lanzar el presente más allá de los límites de la Casa.