"¿Parto natural? Sí, claro, me gustaría pero no tengo esa obsesión de algunas mujeres por el parto natural. Lo dejo en manos de Dios y de la ciencia. Rufi venía para parto natural y fui a cesárea porque tenía una vuelta de cordón y mi obstetra decidió llevarme a quirófano. Perfecto. ¡No tengo nada para objetar! ¿Mirá si teniendo una buena clínica, anestesia peridural, médicos preparados para ocuparse de mi parto voy a ponerme a dar indicaciones sobre cómo tiene que nacer mi hijo?".
Luego, se mostró firme cuando le preguntaron sobre la posibilidad de parir en su casa: "¡Ni loca! Nada me interesa menos que parir como una hembra. Yo soy muy amiga de Paula (Chaves) y ella es lo opuesto a mí, le gusta todo muy natural y el parto lo menos medicalizado posible. El otro día le dije 'yo no pienso parir en una pelopincho en casa, no me quieras convencer' y nos reíamos. Imaginate que ya me está enloqueciendo con la teta".
Finalmente, contestó sobre el tiempo que logró amamantar a Rufina: "Tres meses, porque después me quedé sin leche. Ahora veré qué pasa, pero no pienso sentir culpa si no puedo amamantar a mi próximo hijo hasta los dos años", concluyó.