Benjamín Vicuña habló con el diario La Nación y reflexionó acerca de su vida familiar: la relación con su padre y el amor.
"Hay zonas sagradas -mi hija, mi infancia- que quiero mantener en ese lugar. No para alimentar el misterio, sino porque merecen ser cuidadas con mucho respeto y cariño", expresó el chileno.
"Abrir y cerrar la puerta de la intimidad. Son zonas difíciles y complejas que hay que cuidar. Mi padre, si tuviera que resumirlo, diría que lo amo profundamente", agregó.
Sobre la relación con su papá de niño explicó: "Es una historia de amor con todos los sentimientos que atraviesan al amor: con encuentros y desencuentros, con admiración y decepción. Con amor".
"Hay reparación porque uno tiene la convicción de que se debe buscar la felicidad, o más bien la armonía, y entender que lo más importante es el amor: cómo se transforma, muta. El amor en un sentido amplio; también, por lo que uno hace, por los amigos", contó sobre la búsqueda de la paz.