"Pao" tiene pelo castaño, mide 1,75 metro, tiene ojos color café y un cuerpo torneado, cuyas medidas 90-63-95 así lo confirman. Sin embargo, confiesa que lo que más conquistó al jurado el sábado pasado, en el concurso realizado en el bar Oreja Negra de Buenos Aires, fue su belleza "natural por sobre lo artificial", aunque su amigos aseguran que la humildad es una de sus virtudes.Vive en el barrio San Francisquito, en la zona sudoeste de la ciudad, pero entre 2007 y 2013 vivió en Buenos Aires, donde estudió comedias musicales en la escuela de la actriz Reina Reech. Su intención, su sueño, era capacitarse para profesionalizar su carrera artística.Nunca olvidó sus orígenes, por eso, en el diálogo que mantuvo con La Capital, no dudó en dedicarle el premio a sus padres. "Son lo que siempre me apoyaron", confesó orgullosa.Siempre le gustaron los espectáculos de revista, el pole dance y strip dance. Y lo hizo siempre que se le presentó la oportunidad. De hecho, hasta hace poco trabajó en la revista "Te reís o reventás con la revista", en el bar Olimpo, de Corrientes y Mendoza.Paola se mostró muy feliz por el reconocimiento que obtuvo en Buenos Aires y no es para menos, es la primera vez que gana un premio de estas características. "Había ido dos veces a Córdoba, y fui distinguida como primera princesa, nunca como reina", contó.La belleza y el escenario no es todo lo que pasa por la cabeza de Pao. Ella asegura que quiere aprovechar este premio para "representar a la comunidad trans, realizar charlas en escuelas para concientizar sobre el bullying y la discriminación que sufren las chicas".