En Israel, los practicantes dicen que sus servicios están en demanda, mayormente por hombres judíos ortodoxos que tratan de reducir su atracción homosexual para poderse casar con mujeres y tener una familia tradicional de acuerdo con sus valores religiosos.Entre los clientes están además adolescentes judíos estadounidenses y de otros países que asisten a programas de estudios en seminarios ortodoxos en Israel.La mitad de esos estudiantes asisten a seminarios que requieren que jóvenes que admiten tener sentimientos homosexuales acudan a terapia “reparativa”, de acuerdo con el Yeshiva Inclusion Project, un grupo que aconseja a candidatos gay a estudiar en los seminarios.Partidarios dicen que la terapia en Israel no “convierte” a los que se tratan, sino que alienta la autoestima y la masculinidad, algo que dicen puede reducir la homosexualidad. Los terapeutas dicen que en Israel existe una mayor aceptación de su trabajo que en Estados Unidos.Algunos estados norteamericanos han prohibido esa terapia para menores. Jonah (Judíos Ofreciendo Nuevas Alternativas para Curación) fue cerrada por violar las leyes de fraude al consumidor en New Jersey al decir que su terapia podía “curar” la homosexualidad.Entre 20 y 30 psicólogos licenciados y trabajadores sociales y 50 terapeutas no licenciados practican alguna forma de terapia de conversión en Israel, dijo el rabino Ron Yosef, de la organización de judíos ortodoxos gay Hod, que está contra esas terapias.“Estoy extremamente preocupado”, dijo Chaim Levin, ex cliente de Jonah en Estados Unidos que participa en una demanda contra el grupo en New Jersey. “Está exportando odio y mala ciencia a Israel. La gente tiene que saberlo”.Importantes organizaciones médicas en Estados Unidos dicen que no hay prueba de que los esfuerzos de cambio de orientación sexual sean efectivos y que esas terapias pueden reforzar el autodesprecio, la depresión y la tendencia de una persona a dañarse a sí misma.