La frase de la bailarina y una de las coach del Bailando generó múltiples críticas, principalmente entre algunos personajes del espectáculo que consideraron que de ese modo se "cosifica" a la mujer.
Sin referirse puntualmente a los cuestionamientos pero sí a su expresión, la mujer de Dady aseguró que su objetivo es "desearme a mí misma para poder sentirme deseada. Por ahí es un un mambo que tenemos los bailarines, que trabajamos mucho sobre el físico y sobre el cuerpo".
Luego, tras confesar que ella misma había dejado de gustarse y que no sabe qué fue lo que Dady "le vio", Anchipi habló de su autoestima: "Puede ser que tenga la tenga baja. De nene abandonado. Siempre fui así. Me parece que soy como un '7 con pretensiones': si me maquillo y me produzco, llego al 8. Pero si no, en la vida normal, soy re tranquila".