“Que digan ‘gracias Romy’ y que paren de boquearla, por suerte ahora ella juega para nosotros. Es una chica que está en otro nivel y que respeta mucho al público. Agradezco que esté con nosotros. A ella no le cayó bien irse de Stravaganza, Flavio era su amigo”, siguió su discurso.Segundos más tarde, se tranquilizó y dijo: “Uno cuando desea las cosas y llega a un lugar tan importante después de haberlo deseado tanto, no podés decir ‘cómo me cuesta, cómo me pesa’, porque un día te escucha Dios y te saca todo. Si tenés un espectáculo, disfrutalo, ocúpense de ustedes, se los ve tensos”.Cerró reflexionando: “Flavio Mendoza se ataca solo, me da muchísima tristeza a dónde fue a parar todo eso. Que no esté feliz, que no esté contento, que no sea un ícono para consultar… Lo aprecio mucho, y lo veo fuera de foco. Cuando tenés mucho se te vuela la cabeza”.