Pesa al pedido de perdón por sus arranques de furia, Mariano Berón volvió a dar muestras de que, por momentos, su ánimo se altera. Saltos en distintos sectores de la Casa y patadas a una columna son algunas de las expresiones del repertorio del cordobés que hablan de su inquietud. Y por si faltara alguna prueba, él mismo lo reconoció en el confesionario: “Te digo la verdad, la Casa me está volviendo loco. De todos modos, voy a tratar de contenerme”.