“Me asusté. Llamé enseguida a Inés Durbano, 'Milu', mi hermana del alma como le digo, que es dueña de la parte de estudios nucleares del Otamendi, y es un sol, un amor. También a mi ginecólogo. A la hora me estaban haciendo un chequeo total. Un médico vio algo que no le gustaba, se hizo una junta médica y al otro día tomaron la decisión de hacer una punción. Marcia Oliva, una top, que me conocía y habíamos pegado onda años atrás, me realizó la punción de inmediato. O sea, yo me detecté el bulto un martes, el miércoles se hizo esta junta médica y el jueves la punción. Dios quiso que así fuera”, afirma Maureen en una nota con la revista Caras.“Al día siguiente de la punción, donde notaron algo que no estaba bien, vi a dos médicos, un hombre y una mujer, porque me tenía que operar. La doctora me recomendaba una mastectomía. Me sacaban toda la glándula y ya estaba. El médico, en cambio, me decía que podía respetarme el pezón. Al final tomé una decisión: le dije al médico que quería hacer la mastectomía. Y me dijo que era valiente porque en general las mujeres huyen de eso. Es que la gente tiene un concepto equivocado, porque si vas con un buen profesional y sabés del tema, como hoy puedo explicarlo, no te va a pasar que te abran y no te hagan mastectomía, pero sí que te saquen la prótesis y te quede la lola para abajo. Para que te quede bien, de entrada en la operación te tienen que poner un expansor, para que el tejido vuelva a su lugar. Después te reestructuran la lola. La mastectomía no es para asustarse tanto. Mirá lo que hizo Angelina Jolie. Yo me hubiera hecho eso en las dos, como prevención, pero el doctor me aconsejó que no, que comenzáramos con esto”, detalló luego.El martes 3 de diciembre la diseñadora ingresó a uno de los quirófanos del Mater Dei, doce días después de haber detectado el bulto en su pecho. Según explica con una fuerza y energía que impresiona, la gente se asusta cuando escucha la palabra cáncer. “Cáncer es una palabra muy fuerte y asusta. Y cuando te dicen que lo tenés… Es muy duro. Hace 24 años debieron operarme de la cabeza por un meningioma (tumor cerebral). Tenía un bebé de sólo siete meses. Fueron nueve horas de operación y no sabía si iba a vivir o no, porque te dicen que es una intervención muy difícil", dijo.Para cerrar, subrayó aconsejando: "Primero, no hay que ser negador, hay que aprender a escuchar al cuerpo. Hay gente que no va al médico. Uno tiene que afrontar las cosas que le suceden. Todo el mundo tendría que hacer meditación, dedicarle un tiempo a uno mismo, en silencio. Somos los únicos que nos podemos escuchar y amar y desde ahí amar a los demás. Si no te amás, no te cuidas, ¿Cómo podés amar al otro? Todas las mujeres se tienen que hacer el control de la mamografía y su propio control diario, además de ecografías. El cáncer de mama es una epidemia".