“Yo amo hacer teatro en la temporada. Al principio fue muy extraño no estar trabajando este verano, pero mi sensibilidad no estaba apta para recibir ningún tipo de revés. Hubiera desviado la atención de donde realmente importa. No estaba en condiciones de hacer una temporada óptima, por todo lo que implica”, completó.Sus sensaciones a poco más de un año de la muerte de Jonathan: “La pérdida de un hermano es un proceso para el que la vida no te prepara. Todos los días de mi vida extraño a Jonathan y me acuerdo de él. Es mi ángel. Tuvo procesos difíciles y toqué fondo. Ahí decidí alejarme de la exposición mediática, me di cuenta de que era algo que no me iba a ayudar”.Cerró con un mensaje optimista más allá del dolor: “Hoy tengo que decirte que soy feliz. Pero aprendí a ser feliz, a ver la vida desde otro costado, aceptando las cosas malas que te pueden pasar. ¿La maternidad? Ser madre es lo que más deseo y con Nicolás estamos en ese proceso, en esa búsqueda. Ojalá tengamos la bendición de dar la noticia pronto. Merezco ser feliz y trabajo para eso”.